¿Nunca han sentido que sus sueños se encuentran más lejos de lo que pensaban? ¿Qué la palabra de una persona pesa más de lo que han idealizado?
Es verdad que todas las personas tienen sus maneras de hacer las cosas y que cada quien sabe el rendimiento que le pone a su proyecto pero, y espero que muchos concuerden conmigo, no hay nada peor que alguien te diga "no puedes hacerlo" o "eso no esta bien". ¿Cómo esa persona puede cuestionar lo que se ha hecho con tanto esfuerzo?
En la vida se vive en triunfos, crisis, recaídas, ánimos cuesta arriba y cuesta abajo. Todos queremos lograr nuestros sueños y todos queremos se materialicen. No es fácil por todos los obstáculos que se presentan en el camino, pero tampoco imposible para llevarlo a cabo.
Es más, se vuelve imposible cuando se empieza a creer lo que dice la gente de las aspiraciones que se tiene de una forma negativa. La envidia existe y puede influir más que las buenas vibras. Los malos comentarios pueden dejar huellas que marcarán hasta la última etapa del proyecto y para eso existen dos modos para manejarlos: convertirlos en una motivación para demostrar que si lo puedes hacer o dejar que te corten la ilusión de algo bueno.
Pero algo si es verdad y es fijo, buenos o malos, siempre se recibirá esos comentarios y vibras de diferentes personas. Se puede sorprender o hasta impactar de las personas quienes la emiten.
Ni perfectos ni aprendidos, pero a medida que las metas se van alcanzando, también se esta creciendo y transformando en nuevos seres. Tanto espirituales como terrenales.
El objetivo deja de ser un lucro para convertirse en algo intangible. En un reconocimiento que solo, al lograrlo, se entiende y disfruta con lágrimas, risas y satisfacción. Se vive, se prueba, se equivoca, se aprende, se recae y se vuelve a intentar, como un ciclo que nunca acaba pero que da la sensación que se puede volver a empezar.
Cuando esto sucede y la finalidad cambia, las posibilidades de crear un imperio como un mundo mejor se vuelven numerosas, y la motivación se vuelve una máquina de entusiasmo que trabaja a mil por horas.
Seguridad y amor. Fe y esperanza. Si no creemos en nuestras habilidades, nadie más lo hará. Si no nos ponemos las pilas en aprovechar las situaciones que enfrentamos a diario, otro más lo hará.
El mundo quiere cosas nuevas y existe un capital humano asombroso que se lo puede dar. El mundo necesita emprendimiento para solventar los deseos que se vuelven necesidades; necesita ideas para florecer y brindar un nuevo mundo a una generación próxima.
El tiempo es aquí y ahora.
La pasión, la iniciativa y la perseverancia son uno de los ingredientes para dejar la firma personal en la historia ¿Por qué no?
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